La escritora y traductora rumana Corina Oproae (Făgăraș, Rumanía, 1973), radicada en Cataluña desde 1998, ha ganado este jueves el XX Premio Tusquets de Novela con ‘La casa limón’, obra que narra desde el punto de vistas de una niña los años de descomposición del régimen «rocambolesco y kafkiano» de Ceaușescu. En palabras del jurado, «una novela tierna y melancólica sobre el asombro de crecer y descubrir la vida en un país sin libertad» con la que la editorial barcelonesa celebra el vigésimo aniversario de su galardón literario apostando de nuevo por una autora novel.
Con poemarios publicados en castellano y catalán (‘Mil y una muertes’, ‘Desde donde amar’ y ‘La mà que tremola’) y traducciones a ambos idiomas de obras de Ana Blandiana, Lucian Blaga, Marin Sorescu, entre otras, Oproea se estrena en la novela con una historia que, ha explicado, surge de la necesidad de sacar a la superficie un mundo que se le había quedado enterrado dentro. «Durante los años que viví en Rumanía como niña, todo me parecía normal, natural. Las delaciones, por ejemplo, te parecen naturales, porque es como has comenzado a vivir. Son los adultos los que reflejaban el miedo, la falta de libertad», ha explicado la autora.
Oproae, que empezó a estudiar castellano a los 18 años tras enamorarse de la poesía de la Generación del 27, decidió lanzarse a la novela cuando se dio cuenta de que el espacio del poema «se veía desbordado» por la necesidad de revisar y reconstruir los últimos veinte años del comunismo rumano. «Hay cierta nostalgia y ternura por una infancia que tuve que enterrar quizá para sobrevivir. Es importante no olvidar las lecciones que nos da la historia», ha explicado la autora.
«¿De dónde cayó el comunismo?»
Uno de los disparadores del libro, ha recordado Oproae, fue un viaje familiar a Rumanía en el que uno de sus hijos le preguntó que de dónde había caído el comunismo. Tal cual. «¿Mamá, ¿de dónde cayó el comunismo?«, interpeló Stela. A falta de una respuesta, la escritora se puso manos a la obra con una novela que, matiza, ni blanquea ni ofrece una visión nostálgica del pasado. «La crudeza y la capacidad de mirar el horror están ahí. Son los pequeños gestos de amor los que la salvan», ha dicho.
La diferencia, o una de ellas, sostiene Oproae, es que hasta ahora se había contado el comunismo «más desde la disidencia más que desde la reflexión». «Desde esa posición de denuncia es imposible escribir una novela así», ha asegurado. Un libro que, insiste, «se puede leer como una novela sobre el comunismo, sí, pero es también como la historia de una niña particular con un mundo muy rico». Es la voz de la niña y su capacidad de asombro, añade, lo que le permite explicar «cómo era ese mundo sin ningún tipo de juicio».
‘La casa limón’, a la venta el próximo 9 de octubre, cuenta también, según la periodista y miembro del jurado Bárbara Blasco, la historia de «un país que no es el nuestro pero que podría serlo». «Sean de izquierdas o de derechas, todas las dictaduras se parecen», ha relativizado Oproae. «Pero se parecen aún más las infancia», ha añadido acto seguido.
Autora trilingüe a la que se acumulan los flechazos (el Quijote en castellano; Mercè Rodoreda y ‘La plaça del diamant’ en catalán), Oproea considera que el galardón, dotado con 18.000 euros, equivale a una «clara aceptación» en un sistema literario que no le pertenece por nacimiento. «Yo no elegí escribie en una lengua diferrente a mi lengua materna; fue la lengua la que me eligió a mi», sostiene.