El Castillo de Sandro
Lo imaginó una noche de luna llena, lo diseñó él mismo y lo construyó como estudio de grabación. Vuelve transformado en centro cultural y bar temático.
La leyenda dice que todo empezó cuando Sandro volvía en auto luego de dar un recital. Era una impresionante noche de luna llena. Estacionó en la avenida Pavón, entre las calles Quintino Bocayuva y Castro, se bajó y les dijo a sus acompañantes que allí, en esa cuadra, se imaginaba un castillo resplandeciendo bajo la misma luz que plateaba la arboleda del barrio.Lo cierto es que, en 1980, Roberto Sánchez compró una propiedad ubicada en Pavón 3939, originalmente una casa chorizo con 8,66 metros de frente por 60 de fondo.
Se propuso construir el mejor estudio de grabación que existiese. Su fantasía era que lo inaugurara Tina Turner.Ordenó la demolición completa y él mismo hizo los planos del nuevo proyecto, aunque su vocación por el dibujo se había limitado, hasta entonces, a bocetos de vestuarios y coreografías.