Pedro G. Romero ha sido galardonado con el premio Nacional de Artes Plásticas, dotado con 30.000 euros. El jurado, presidido por Isaac Sastre de Diego, director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, y actuando como vicepresidenta, Mercedes Roldán Sánchez, subdirectora general de Museos Estatales, ha estado formado por Teresa Lanceta Aragonés, premio Nacional de Artes Plásticas 2023; Sandra Marques Guimarães, directora del Museo Helga de Alvear; Tania Safura Adam Mogne, investigadora, comisaria y fundadora de la plataforma cultural Radio África; María Rosa Ferré Vázquez, codirectora de la Fundación TBA21 | Thyssen-Bornemisza Art Contemporary; Javier Montes, escritor y crítico; Nuria Enguita, directora artística del MAC/CCB, Museo de Arte Contemporânea de Lisboa; Germán Labrador, catedrático de la Universidad de Princeton; e Isabel Domènech Ibáñez, catedrática de Bellas Artes, investigadora y artista visual.

El jurado destaca al artista «por una trayectoria consolidada cuya obra artística, intelectual y material, abarca múltiples campos de sentido y formatos aparentemente opuestos (escultura, cine, producciones archivísticas, performances, etc.), integrando las prácticas curatoriales y de investigación en su quehacer artístico». Además, el jurado señala que, en su obra, «Pedro G. Romero logra atender, rescatar y reinsertar en nuestra esfera pública la cultura popular en sus expresiones más ingobernables, investigando de manera genealógica las manifestaciones estéticas y simbólicas de aquellas comunidades a las que se les hurtó o no se les reconoció un espacio de representación. Sus metodologías han abierto nuevos campos en las prácticas artísticas más allá de la crítica institucional».

El jurado ha considerado asimismo «los hitos destacados en su carrera el pasado año 2023, con exposiciones referenciales como ‘popular’ (octubre 2023–abril 2024), IVAM, Valencia, ‘A de Archipiélago’ (junio–septiembre 2023), en Es Baluard, Palma de Mallorca o piezas fílmicas como ‘Lo que va por debajo’ (2023-2024) MACBA, Barcelona». A su vez, el jurado ha destacado entre sus proyectos «el ‘ARCHIVO FX’, un fondo documental y una máquina de pensar a partir de las imágenes de la iconoclastia en España entre 1845 y 1945, entroncándolas con las vanguardias. Las cuestiones de estética, conocimiento y violencia han interesado a Pedro G. Romero desde siempre y se han materializado en multitud de obras y exposiciones como ‘Tratado de Paz’, 2016. Su otro proyecto de largo recorrido es ‘Máquina P.H.’, que ha logrado ampliar el campo del arte con la introducción de las potencias del gesto, el cuerpo, el lenguaje y la música, de lo flamenco con claves totalmente novedosas. El giro performativo en nuestro país no puede entenderse sin su trabajo».

Finalmente, el jurado ha expresado que Pedro G. Romero «trabaja transformando estructuras de conocimiento, formas de presencia y acción en el mundo, en la comunidad, con los otros, con muchos otros, generalmente excluidos de la forma social hegemónica. Asimismo, ha incorporado una sensibilidad feminista desde un pensamiento de lo popular y lo invisibilizado».

Pedro G. Romero (Aracena, Huelva, 1964) es investigador, comisario y editor, y artista desde 1985. Ha abierto las puertas de los museos a Israel Galván y Niño de Elche, y ‘El mal querer’ de Rosalía está basado en ‘Flamenca’, un libro que la artista descubrió gracias a Pedro G. Romero. A través de sus proyectos ‘Archivo F. X.’ y la ‘Máquina P.H.’ promueve, desde los años 90, la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos (PIE.FMC), cuyo objetivo principal es ampliar el campo de estudio del flamenco con herramientas procedentes de la estética, la historia del arte, los estudios visuales y la antropología y la sociología. Además, ha impulsado proyectos a escala europea, como ‘forma de vida’, sobre el arte en flamencos, gitanos y romaníes para la Bergen Assembly en Noruega y la Kunstverein de Stuttgart (Alemania).

La incorporación de la danza y la escritura a su trabajo artístico hacen de él un pionero en prácticas de cuerpo. En su trabajo reflexiona de forma continua sobre el uso y administración ideológica de las imágenes, analizando sucesos históricos, las vanguardias artísticas, el flamenco, los conceptos e imaginarios sobre las culturas populares, la economía, las políticas culturales, las formas de especulación urbana, etc. Además, su obra también recoge su interés por la experimentación poética e invenciones lingüísticas, consiguiendo con sus propuestas trabajar tanto en los márgenes como desde el centro de las instituciones, ocupándose con el mismo interés por lo culto o lo popular, juntando lo poético y lo político.

Sus trabajos han podido verse en la Documenta de Kassel (2017), Bergen Assembly (2019), el Museo Reina Sofia (2022), Es Baluard (2023) y las Bienales de Sidney y Coimbra (2023).