
La comunidad museística internacional se ha unido en una muestra de solidaridad sin precedentes con el Museo del Louvre, tras el robo ocurrido el pasado 19 de octubre en sus instalaciones, un hecho que ha conmocionado tanto al público como a los profesionales del … arte.
En una carta abierta difundida este lunes, directores y responsables de los grandes museos de todo el mundo, entre los que se encuentra el Prado, expresan su «profunda consternación» y su apoyo incondicional al equipo del Louvre y a su presidenta-directora, Laurence des Cars. «Este acto nos ha sacudido hasta lo más profundo», comienza el comunicado, que subraya la gravedad del suceso y el impacto simbólico que representa para las instituciones culturales.
Los firmantes advierten que «nuestras instituciones no están protegidas de la brutalidad del mundo» y que los museos enfrentan actualmente «ataques sin precedentes». El robo, añaden, constituye «lo que todo profesional teme: la sustracción del patrimonio común que nos esforzamos por preservar y compartir con el mayor número de personas posible».
Aunque no se han revelado todos los detalles de la investigación en curso, el robo del pasado domingo -el más grave sufrido por el Louvre en décadas- ha reavivado el debate sobre la seguridad de las grandes colecciones y el papel de los museos en un contexto global cada vez más tenso. El comunicado destaca que el incidente «recuerda dolorosamente a algunos de nosotros experiencias pasadas» y que «este tipo de riesgos amenazan a todas las instituciones», ya que «pesan sobre cada obra de arte desde el momento en que se expone públicamente».
Valor social
Más allá del hecho delictivo, los museos recalcan la importancia de no renunciar a su misión fundamental: la apertura al público y la difusión del conocimiento. «Los museos no son fortalezas ni bóvedas secretas», subraya la carta. «Su esencia, al tiempo que crean el entorno más seguro posible para el arte y sus audiencias, reside en su apertura y accesibilidad».
El texto defiende el valor social y educativo que tienen estas instituciones: «Los museos son lugares de transmisión y de asombro. Ofrecen a los visitantes oportunidades de contemplación, alegría y aprendizaje. Nos permiten comprender el pasado, profundizar en el presente y tejer diálogos con las obras maestras que albergan».
En un mensaje especialmente dirigido a Laurence des Cars, los firmantes elogian su «liderazgo y dedicación a la misión del museo», así como su visión del Louvre como un espacio «capaz de unir y sanar nuestras sociedades profundamente fracturadas». La carta concluye con un llamado a la resistencia y la cooperación internacional: «Este robo no es un solo un ataque contra el Louvre, sino contra todos los museos y su misión esencial: compartir nuestro patrimonio común con el mayor número posible de personas. Continuaremos esta misión, con pasión y determinación, junto al Louvre».
El comunicado, firmado por decenas de instituciones de Europa, América, Asia y África, refleja el temor compartido ante la vulnerabilidad del patrimonio artístico, pero también la convicción de que la respuesta debe ser colectiva. En palabras de sus autores, «la fuerza de los museos radica en su capacidad de abrir puertas, no de cerrarlas».

