El pasado día 12, dos activistas de Futuro Vegetal atacaban un cuadro en el Museo Naval de Madrid (arrojaron pintura roja biodegradable a ‘El primer homenaje a Colón’, de José Garnelo). Y este domingo amanecimos con la noticia del espectacular robo de joyas de … la Corona francesa en el mismísimo Museo del Louvre, noticia que dio la vuelta al mundo. No se hicieron esperar las duras críticas al Gobierno por la falta de seguridad en los museos franceses.
En el acuerdo entre la familia Thyssen y el Gobierno para la creación del museo se especificaba que debería haber un vigilante en cada sala
Durante la presentación ayer de la exposición que el Museo Thyssen dedica a Pollock y Warhol, ABC preguntaba a su director artístico, Guillermo Solana, si hechos como estos hacen que haya que plantearse reforzar las medidas de seguridad en la pinacoteca y si, en el futuro, podría afectar al préstamo de obras: «Tenemos todas las medidas de seguridad necesarias. Se reforzaron tras la ola de ataques de activistas a cuadros en museos de todo el mundo. Se ha mantenido así. No es necesario reforzar aún más esas medidas: hay arcos de seguridad en la entrada, vigilancia presencial en las salas, sensores, cámaras…». Recuerda el director artístico del museo que en el acuerdo entre la familia Thyssen y el Gobierno español para la creación del museo, inaugurado en 1992, se especificaba que todas las salas deberían contar con un vigilante. «Se invierte mucho en ello», apunta Solana.
En 2022 dos miembros de Futuro Vegetal se pegaban a los marcos de las ‘Majas’ de Goya en el Prado y hacían una pintada en la pared
¿Y en el resto de los museos nacionales? ¿Ocurre igual? Unas primeras llamadas al Prado y al Reina Sofía se saldan con poco éxito. No quieren hablar sobre el tema para no dar publicidad al asunto. «La mejor seguridad es no hablar de ello, ni opinar ni hacer comentarios. Nos mantenemos siempre vigilantes», advierten fuentes del Prado. Museo que en 2022 vio cómo otros dos miembros de Futuro Vegetal se pegaban a los marcos de las ‘Majas’ de Goya y hacían una pintada en la pared.
En la misma línea se muestran fuentes del Reina Sofía. Hace unos días, una protesta de Marea Palestina obligaba a desalojar la sala del ‘Guernica’: «Las medidas siguen los mismos protocolos de seguridad, en continuo estudio, para ser lo más eficientes posibles. No hemos detectado ningún fallo que implique la necesidad de implementar nuevas medidas».
2022: Cultura instó a los museos a extremar la seguridad
En 2022 el Ministerio de Cultura instaba a los museos estatales a extremar las medidas de seguridad frente a los ataques de activistas ecologistas contra obras de patrimonio artístico en pinacotecas de Florencia, Londres o Berlín. Se pegaron al marco de ‘La primavera’ de Botticelli, vandalizaron ‘La carreta de heno’, de Constable; lanzaron sopa de tomate a ‘Los girasoles’, de Van Gogh; puré de patata a un Monet de más de cien millones de dólares y un tartazo a la figura de cera de Carlos III de Inglaterra.
Se pidió entonces a los museos españoles que fueran «exhaustivos» en el cumplimiento de las normas de acceso que los visitantes deben cumplir para acceder al recinto, como la prohibición de introducir elementos y bebidas en las salas, mochilas y bultos grandes, paraguas u objetos punzantes, etc. Según una normativa de mayo de ese año, no se pueden introducir en las salas, entre otras cosas, «alimentos y bebidas». Y, aunque la norma era la misma, se pidió ser «más estrictos» en la aplicación.

