A los 57 años, Joaquín Sorolla sufrió un derrame cerebral mientras pintaba el ‘Retrato de Mabel Rick, señora de Pérez de Ayala’ en el jardín de su casa en Madrid, en el número 37 de la calle del general Martínez Campos, hoy sede del Museo Sorolla. Así se ponía punto final a la gran pasión de su vida: el arte. Una vida relativamente corta (murió tres años después, a los 60 años), pero muy fructífera profesionalmente. Firmó unas 4.200 pinturas, amén de miles de dibujos, un amplísimo epistolario… Su bisnieta Blanca Pons-Sorolla lleva cuatro décadas dedicada en cuerpo y alma al estudio, investigación y catalogación de la obra de su bisabuelo. Ha atesorado una espléndida base de datos y un completo archivo fotográfico. En 2019 publicó elcatálogo razonado de pinturas del Museo Sorolla (se actualizaba el anterior, que estaba agotado), creado gracias al generosísimo legado de la viuda del pintor, Clotilde. Hoy consta de unas 1.300 obras, incluidas las últimas adquisiciones.

El Prado, fuente de inspiración constante para Sorolla, le dedicó en 2009 una exitosa e irrepetible antológica

Pero tenía por delante un proyecto aún más ambicioso: la publicación del catálogo razonado cronológico de todas sus pinturas. Este miércoles ha visto la luz el primero de los cuatro volúmenes de que constará: reunirá 4.200 pinturas y unas 4.500 ilustraciones. Para presentarlo no se podía elegir un lugar más adecuado: el Prado, fuente de inspiración constante para él. Un lugar que el joven Sorolla frecuentaba para copiar las obras de su admirado Velázquez y que en 2009 le dedicó una exitosa e irrepetible antológica (fue visitada por unas 500.000 personas), que acabó por encumbrar al grandísimo pintor que fue. La pinacoteca atesora 23 de sus pinturas, apunta Javier Barón, jefe de pintura del XIX del Prado.

Este primer volumen abarca de 1876 a 1894, desde sus primeros trabajos con apenas 13 años hasta ese 1894 en el que Joaquín Sorolla halla su camino. Pinta ese año una obra maestra, ‘Vuelta de la pesca’, con la que ganó el primer premio en el Salón de París y que hoy forma parte de las colecciones del Museo d’Orsay de París. El libro incluye 1.073 pinturas (óleos, acuarelas y gouaches), además de 1.100 ilustraciones. Es, según Blanca Pons-Sorolla, «el Sorolla más desconocido: 18 años en los que tendrá una férrea formación (incluida la beca como pensionista en Roma) y contará con excelentes profesores y protectores, como Baltasar Perales, Luis Santonja y, especialmente, Antonio García Peris, que se convertiría en su suegro. Ya en esa primera etapa descubre el amor por el dibujo, el uso del color y el dominio de la luz, su gran obsesión. Velázquez fue el gran faro al que seguir».


Joaquín Sorolla. ‘¡Aún dicen que el pescado es caro!’. Valencia, 1894


Museo del Prado

En los próximos tres años está previsto que aparezcan los tres siguientes volúmenes. El segundo, que incluirá 1.040 pinturas, abordará de 1895 a 1903, año en el que alcanza con 40 años su madurez artística con una pintura como ‘Sol de la tarde’. El tercero, con 1.200 obras, abarcará de 1904 a 1911, con sus grandes exposiciones internacionales. Acabará con el cuarto volumen (1.000 obras), de 1912 a 1920. En esos años finales pintará el gran proyecto ‘Visión de España‘, los paneles para la Hispanic Society de Nueva York; una galería de retratos de personajes ilustres, sus últimas pinturas de jardines y marinas.

El catálogo incluye muchas obras inéditas. Tres llegaron cuando el libro estaba en imprenta y se han incluido en un anexo

Cada uno de los volúmenes incluirá una exhaustiva biografía de los años abordados en él, una selección bibliográfica actualizada, el repertorio de sus exposiciones, una introducción metodológica sobre el proceso de catalogación de su obra pictórica… Hay obras inéditas, que se reproducen por vez primera. «No sé cuántas, pero son muchísimas», advierte Blanca Pons-Sorolla. De hecho, tres de ellas llegaron cuando el libro estaba ya en imprenta y ha habido que incluirlas en un anexo. Este primer volumen (448 páginas) ha sido publicado por Ediciones El Viso, con una tirada de 1.000 ejemplares en español y otros mil en inglés. Su precio: 120 euros. En su financiación económica han contribuido el Meadows Museum de Dallas, a través del Custard Institute; la embajada de España en Estados Unidos y la Fundación Museo Sorolla. Se distribuirá en 16 países de Europa y América.


Joaquín Sorolla. ‘La vuelta de la pesca’. Valencia, verano 1984


Museo d’Orsay, París

Para Blanca Pons-Sorolla ha sido «un trabajo titánico». Recuerda que en 1980 comenzó a investigar junto a su padre, Francisco Pons-Sorolla, la obra del pintor: «Leer el epistolario con su mujer, Clotilde, me enamoró definitivamente y dediqué mi vida a mi bisabuelo». En 1987 comenzaron a catalogar sus trabajos y en 1990 su padre le pasó el testigo: «Me animó a seguir en solitario». En 2001 publicó una biografía de Sorolla. Después llegaron la publicación de los epistolarios y numerosas exposiciones en España y el extranjero. Entre ellas, la celebrada en 2019 en la National Gallery de Londres con gran éxito. Un año después llegó la pandemia del Covid: «Fue una bendición tener a mi bisabuelo. Pude completar las fichas de tres de los volúmenes». En 2023 se celebró el centenario de su nacimiento con numerosas actividades, que se cerraron con una exposición en la Galería de las Colecciones Reales.

«Es un pintor muy querido, un trabajador incansable, que tuvo una carrera fecunda y llena de éxitos»

Define a su bisabuelo como «un pintor muy querido, un trabajador incansable, sensible y concienzudo, que tuvo una carrera fecunda, llena de éxitos. La inspiración siempre le llegó con los pinceles en la mano. No dejó nunca de experimentar. Ese sentir tan intenso agotó su salud». Dedica este trabajo a sus hijos, nietos y amigos, «a quienes mi pasión por Sorolla les ha robado tiempo. Mi sueño es acabar los tres volúmenes siguientes».


Joaquín Sorolla. ‘Boulevard de París’. Madrid 1890


Colección particular

Acompañaron a Blanca Pons-Sorolla en la presentación de este primer volumen del catálogo razonado de pinturas de Sorolla el ya citado Javier Barón, Amanda Dotseth, directora del Meadows Museum de Dallas; Greg Warden, director del Custard Institute; Enrique Varela, director del Museo Sorolla y Gonzalo Saavedra, director de Ediciones El Viso. Dotseth recuerda que Sorolla formó parte desde el principio de las colecciones del Meadows Museum, pues su fundador, Algur H. Meadows, adquirió una de sus obras en los años 50 del siglo pasado en un viaje por España. En 2014, el museo texano acogió la exposición ‘Sorolla en América’. «Este catálogo será la referencia definitiva del pintor. Es el más bonito que he visto en mi vida».

El Museo Sorolla está cerrado por obras de ampliación y rehabilitación

El Museo Sorolla está cerrado al público por unas obras de ampliación y rehabilitación de la casa-museo. Su director celebra que 149 años después que Joaquín Sorolla pintara aquella primera obra vea la luz el primer volumen de su catálogo razonado de pinturas: «Es una labor colosal, titánica, avalada científicamente. Reúne un corpus abierto, pues siguen aflorando obras que están en colecciones particulares».